Grifaldo Toledo, Jorge

domingo, 24 de noviembre de 2013

Cuentos de la Luna LLena (a través de Mª Pilar Couceiro)

El domingo pasado fue noche de plenilunio... y como cada mes Piluka nos mandó este relato...





(Leyendo esto, es inevitable que ciertas ideas se pasen por la cabeza...)



EL EMPERADOR DE CHINA

Marco Denevi
(Buenos Aires, 1922-1998)


Cuando el emperador Wu Ti murió en su vasto lecho, en lo más profundo del palacio imperial, nadie se dio cuenta. Todos estaban demasiado ocupados en obedecer sus órdenes.

El único que lo supo fue Wang Mang, el primer ministro, hombre ambicioso que aspiraba al trono. No dijo nada y ocultó el cadáver. Transcurrió un año de increíble prosperidad para el imperio. Hasta que, por fin, Wang Mang mostró al pueblo el esqueleto pelado, del difunto emperador.

¿Veis? -dijo - Durante un año, un muerto se sentó en el trono. Y quien realmente gobernó fui yo. Merezco ser el emperador.

El pueblo, complacido, lo sentó en el trono y luego lo mató, para que fuese tan perfecto como su predecesor y la prosperidad del imperio continuase.

No hay comentarios: