Grifaldo Toledo, Jorge

viernes, 17 de mayo de 2013

Poema de Viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)


Los viernes lluviosos invitan a recogerse en el sillón ante una buena lectura... hoy podemos disfrutar de estos dos nuevos poemas que nos hace descubrir Piluka



A la poesía de este genovés se la define como hermética, austera,
breve y de sintaxis tortuosa, una especie de neosimbolismo de
paisajes interiores.
Según palabras del propio autor, "La poesía es una forma de
conocimiento de un mundo oscuro que sentimos en torno de
nosotros pero que en realidad tiene sus raíces en nosotros mismos".
Fue Premio Nobel en 1975.

El viento que esta noche atento suena
recordando el fragor de los cuchillos,
herramientas de árbol denso, intacto,
horizontes de cobre
donde los rayos de la antorcha se abren
como cometas que retumba el cielo.
(¡Nubes perecederas, por supuesto,
reinos de allí! ¡De altos Eldorados,
con puertas entornadas!)
y el mar, que, latigazo a latigazo
muda lívidos tonos,
lanza al suelo trompetas
retorcidas de espumas;
el viento, mientras nace y mientras muere
ralentiza las horas,
fue la noche sonora para todos
olvidado instrumento,
corazón.
Eugenio Montale (Génova, 1896 – Milán, 1981) Corno inglés



 

Il vento che stasera suona attento
-ricorda un forte scotere di lame-
gli strumenti dei fitti alberi e spazza
l’orizzonte di rame
dove strisce di luce si protendono
come aquiloni al cielo che rimbomba
(Nuvole in viaggio, chiari
reami di lassù! D’alti Eldoradi
malchiuse porte!)
e il mare che scaglia a scaglia,
livido, muta colore
lancia a terra una tromba
di schiume intorte;
il vento che nasce e muore
nell’ora che lenta s’annera
suonasse te pure stasera
scordato strumento,
cuore.








Este poeta pasó por distintas etapas, desde la poesía crepuscular
hasta la poesía futurista, de la que destaca su poemario
Armonía en gris silencioobra a la que pertenece el poema de hoy,
en el que la tristeza y la esperanza se dan la mano.

Esto es lo que queda

de toda la magia de la feria:
esa trompetilla
de lata azul y verde,
que toca una niñita,
caminando, descalza, por los campos.

Pero en el interior de esa forzada nota,
hay payasos blancos y rojos;
está la banda, de ruidoso oro,
el carrusel con caballitos, el órgano, las luces.

Como en el goteo del ramaje
está todo el temor del huracán,
la belleza de los relámpagos y el arcoirís,
en la mojada cerilla de una luciérnaga,
que se deshace en una hoja de brezo,
toda la maravilla de la primavera.

Corrado Govoni (Tamara, 1884-Lido dei Pini, 1965) La trompetilla



Ecco che cosa resta
di tutta la magia della fiera:
quella trombettina,
di latta azzurra e verde
che suona una bambina…

Ma, in quella nota sforzata,
ci son dentro i pagliacci bianchi e rossi,
c’è la banda d’oro rumoroso,
la giostra coi cavalli, l’organo, i lumini.

Come, nel gocciolare della gronda,
c’è tutto lo spavento della bufera,
la bellezza dei lampi e dell’arcobaleno;
nell’umido cerino d’una lucciola
che si sfa su una foglia di brughiera,
tutta la meraviglia della primavera.

La trombettina





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